La inmortalidad de (el ser en) la imagen en movimiento

Por Sol Labuerta

El tiempo se va y lo que pasa frente a mis ojos, cambia o desaparece.

Intentando resguardar su retrato del imperioso paso del tiempo, voy filmando a quienes me rodean en distintos momentos. Siempre pienso en el valor que cada registro va cobrando con el correr de los años; en volver a ver eso mucho tiempo más adelante y ver cómo éramos, cómo estábamos y qué hacíamos en ese momento, o en volver a ver a personas que de alguna manera se han ido y ya no forman parte de mis días.

Necesito retenerlo.

Domingo. Mi familia reunida en la casa de mis padres. Mientras ponemos la mesa, traemos los platos y los cubiertos, yo traigo la cámara y la posiciono en la punta del mueble largo para que, como pueda, entren todes en el plano.

arituclo sol

Fotograma de mi registro familiar.

Todavía no estoy totalmente segura de qué voy a hacer con ese material, pero sé que ahí está mi familia retratada en ese espacio y tiempo.

Las fotos me quedan cortas.

A las fotos les faltan dimensiones. Son un registro plano y estático que capta sólo nuestra imagen. Con suerte un gesto, pero ni una palabra, ni nuestra personalidad o nuestra voz. El tiempo es parte de nosotres: somos seres dinámiques que cambiamos a lo largo del tiempo; nos movemos y desenvolvemos en el tiempo.

articulo 2

Foto de mi infancia.

Me encuentro con una foto de mi infancia que me termina llevando al lugar donde están todos mis álbumes familiares. No puedo sacar la cuenta de la cantidad de fotos que hay en ellos. Nos veo a nosotres, a mi familia; a les vives y a les muertes, que ya no están… pero ¿son sólo elles les que ya no están?

Por eso filmo.

¿Vivieron alguna muerte de alguien cercano? ¿Buscaron a esa persona mediante cualquier soporte para volver a encontrarla? Sí, animémonos a hablar de la muerte. En ciertos momentos este hecho tan determinante pasa de ser un gran miedo paralizador a convertirse en un motor, en un disparador de pensamientos y acciones. Todes tenemos una fecha de vencimiento aunque no sepamos cuándo será. Mi forma de afrontar de alguna manera la muerte (o quizás de anticiparme a ella), es retener un pedacito de vida en un registro. Sé que un video no va a volver a la vida a una persona, pero por lo menos me devuelve un poquito de lo que su vida fue.

El tiempo se va y lo que pasa frente a mis ojos, cambia o desaparece.

Necesito retenerlo.

Las fotos me quedan cortas.

Por eso filmo.

Deja un comentario